El gatillo en los rifles y escopetas: Precisión controlada

El gatillo o disparador en los rifles es un elemento vital para conseguir una gran precisión en nuestros disparos. Este componente también resulta crucial en las escopetas, donde juega un papel importantísimo para la comodidad y la suavidad en el swing o maniobra de disparo.

Sin buscar ser demasiado técnicos, estas son las principales características o factores que debemos tener en cuenta a la hora de valorar el gatillo de un rifle:

– Recorrido: Puede ser largo o corto. Un recorrido relativamente largo y suave nos permite un mayor control sobre la presión a la hora de efectuar el disparo. Un gatillo de recorrido muy corto es idóneo solo para disparos en situaciones donde estemos completamente estáticos (recechos, y no siempre). El gatillo corto por excelencia es el gatillo de pelo, mediante el cual, con apenas una leve presión se produce el disparo.

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Un gatillo antiguo, de mucho recorrido, seguramente de una carabina de aire comprimido

– «Break Point» o punto de disparo: Importante en combinación con el concepto de recorrido del disparador. Un recorrido relativamente largo con un «breaking point» a medio recorrido es, seguramente, lo más apropiado para disparos en montería. Por contra, los gatillos de pelo tienen un «breaking Point» inmediato, sin recorrido. Es decir, que se presiona levemente y el gatillo no se mueve; se aumenta la presión y se produce el disparo.

– Presión: Cada vez hay más rifles que ofrecen la posibilidad de regular la presión a ejercer sobre el gatillo para que se produzca el disparo. Los disparadores muy duros están pensados para situaciones especiales, como por ejemplo para el uso de guantes. Un gatillo demasiado «suave» puede producir disparos casi accidentales, en el sentido de que, en una montería, encañonamos a la res, la seguimos y con la «tensión» del momento, si la presión del gatillo es demasiado suave, quizás disparemos antes de tiempo…

En gatillos regulables, una norma no escrita que funciona bien es armar el rifle en vacío y tratar de sujetar el arma por el gatillo (haciendo presión sobre el). Si con el peso del rifle, el gatillo no produce el disparo, será porque el disparador está demasiado «tenso». Y eso suponiendo que el rifle esté en torno a los 3 kilos. Personalmente, a mí me gusta el disparador con 1 kilo de presión.

– Anchura/tacto: Un gatillo demasiado fino o estrecho terminará siendo molesto para ejercer los disparos y seguramente impreciso. El tacto es un factor muy importante también. Cada vez vemos más gatillos con algo de «rebaje», o con más «grip» (agarre). Yo prefiero los gatillos relativamente anchos, planos y con agarre, incluso con acanaladuras.

– Intermedio o trasero: El gatillo intermedio es aquel que se halla en el medio del guardamontes; mientras que el disparador trasero es aquel que casi se apoya en la parte trasera del guardamontes. En los rifles de caza seguramente el modelo más extendido sea el gatillo trasero.

Cada vez nos encontramos con más gatillos «curiosos», como por ejemplo el caso de rifle Marlin XL7, cuyo disparador cuenta con una pieza central o fleje que nos permite ese recorrido «extra» que comentábamos en la primera categoría. Sin duda, se trata de una solución interesante.

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Gatillo del rifle Marlin X7 con recorrido «extra»

En el caso de la caza en recechos buscamos un gatillo lo más preciso posible, con un recorrido intermedio o corto, un punto de disparo seco y suave, y con una presión mínima. Normalmente se opta por disparadores muy finos para que la presión ejercida sea mínima (muchas veces por debajo del kilo), y por tanto no transmitamos movimiento al rifle.

El gatillo en las escopetas – El arte de la repetición
En este caso nos encontramos con unos tipos de características similares, aunque en los disparadores de las escopetas no buscamos lo mismo que en el gatillo de un rifle:

– Recorrido: Las escopetas más longevas solían tener gatillos de recorridos largos. Sin embargo, a día de hoy buscamos un recorrido corto, que nos permita apoyar el dedo al comienzo del swing o movimiento de disparo, y a la vez facilitar un incremento de presión y avance del recorrido del gatillo hasta que se produzca el «breaking point».

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El de la Beretta A391 Urika 2 es seguramente uno de los mejores gatillos de escopeta del mercado actual

– «Break Point» o punto de disparo: Debe encontrarse al final de este recorrido corto.

– Presión: Se busca que el gatillo de una escopeta tenga una presión baja. En escopeta realizaremos bastantes más disparos que en un rifle, por lo que necesitamos una presión suave, sin llegar a un pelo, pero siempre de menos de 1 kilogramo.

– Anchura/tacto: Lo más apropiado es un gatillo suave y curvo, que nos permita deslizar el dedo suavemente.

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Escopeta clásica de doble disparador

– Doble Gatillo: En las escopetas yuxtapuestas (paralelas) suele ser muy habitual encontrarnos con un doble gatillo. Las armas antiguas solían disponer de gatillos muy afilados y en muchas ocasiones, demasiado próximos, lo que a veces dificultaba el disparo del segundo tiro, e incluso en ocasiones, terminaba en «guitarra» (disparar los dos caños a la vez). En las paralelas modernas tenemos el gatillo delantero articulado, lo que implica que se puede mover hacia adelante, con lo que nos evitamos los roces del nudillo con el gatillo delantero.

Categorias: Tiro

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