Un joven sobrevive al terremoto de Nepal bebiendo su propia orina

Rishi Khanal ha sido rescatado tras 82 angustiosas horas atrapado entre los escombros de un hotel nepalí. Para poder sobrevivir y no deshidratarse durante estos tres días y medio que ha estado incomunicado, este joven de 27 años no dudó en ingerir su propia orina, una difícil decisión que le ha acabado salvando la vida.

El pasado fin de semana Nepal vivió uno de los terremotos más violentos y dramáticos de su historia. A fecha de hoy, este inesperado movimiento de placas tectónicas con un elevado índice de 7.9 en la escala Richter, se ha cobrado un total de 5.489 víctimas mortales y ha destrozado más de 94.000 infraestructuras públicas, lo que supone un auténtico desastre para este montañoso país.

Sin embargo, entre tanta tragedia y malas noticias, en estos casos de desastres naturales siempre se suele colar algún acontecimiento que nos demuestra la alta capacidad de supervivencia que tiene el ser humano. Es el caso del joven Rishi Khanal, quien recientemente acaba de ser rescatado de entre las ruinas de un hotel de Katmandú donde se hallaba alojado en el momento en el que la tierra que había bajo sus pies tembló con tanta violencia.

Khanal acababa de comer en el hotel y había subido a la segunda planta del establecimiento, cuando de repente todo empezó a moverse y desmoronarse. La caída del techo y la mampostería del hotel atrapó a Khanal, cuya pierna quedó aplastada e inmovilizada bajo los escombros. En esa dramática posición, y rodeado de cadáveres, este joven de 27 años pasó las 82 horas más angustiosas de su corta vida. Según relató ayer miércoles desde la cama del hospital a la agencia de noticias Associated Press, “al principio tenía un poco de esperanza, pero conforme fueron pasando los días la fui perdiendo. Las uñas se me pusieron completamente blancas, los labios se me agrietaron… estaba convencido de que nadie iba a venir a rescatarme. Estaba seguro de que iba a morir”.

Sin embargo, Khanal no perdió la fe y siguió confiando en su supervivencia. Para ello, y tal como él mismo ha reconocido, decidió beberse su propia orina. “No había comido ni bebido nada en varios días, así que decidí beberme mi orina”. Una decisión valiente que finalmente ayudó a evitar que su cuerpo se deshidratara.

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Rishi Khanal en el momento de ser rescatado tras 3 días y medio sepultado bajo los escombros

Un equipo de rescate francés que estaba buscando posibles supervivientes por la zona del hotel donde estaba apresado Khanal escuchó los ruidos que el joven no dejaba de emitir contra los escombros que le rodeaban. Tras una larga operación de rescate, consiguieron extraer el cuerpo con vida de Khanal de los escombros del hotel, quien ahora mismo se recupera de las heridas sufridas en un hospital nepalí.

Esta experiencia de supervivencia nos deja varias lecciones. La primera de ellas, la más evidente, es que como se ha demostrado tu propia orina puede ser vital para superar una situación límite en la que no tengas ningún líquido que ingerir. A pesar de los posibles efectos nocivos que su ingesta pueda acarrear, en este caso se ha demostrado que ayudó a Khanal a no deshidratarse y mantenerse con vida al menos durante 82 horas (3 días y medio).

En segundo lugar, se ha comprobado la importancia de generar sonidos o señales audibles que puedan avisar a los equipos de rescate de nuestra ubicación. En este caso, el joven Khanal utilizó los ruidos generados tras golpear los escombros para informar de su posición. Pero si hubiera tenido a mano un silbato de emergencia seguro que su pitido se hubiera escuchado mucho antes y a mayor distancia.

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